¿Conoces la expresión "menos es más"? También se puede aplicar a la distancia de tu viaje. Optar por un destino más cercano tiene mucho más sentido si dispones de pocos días de vacaciones. No solo es más sostenible, sino que lo disfrutarás más.
Desde la reserva de hotel, pasando por las comidas y cenas, hasta los souvenirs: apoya los negocios locales que trabajen de forma sostenible y que tengan en cuenta la conservación de los recursos. De esta forma también conocerás mejor la región que visites y su cultura.
En las playas, sobre todo, se suele acumular una gran cantidad de residuos plásticos. Durante tu viaje, dedica algo de tiempo para participar en una campaña de recogida de residuos o incluso anímate a organizarla tú.
Apaga los ventiladores o el aire acondicionado cuando vayas a estar fuera de tu habitación durante un tiempo prolongado. Dependiendo del calor que haga fuera, a lo mejor puedes incluso prescindir totalmente de este tipo de aparatos.
Si tu destino es muy lejano, este consejo es menos factible, pero si no es así, puedes ahorrar una gran cantidad de CO2 simplemente optando por viajar en tren en lugar de en avión.
Apoya los proyectos de protección del medio ambiente como compensación por las emisiones derivadas de tu viaje. Son muchas las aerolíneas que ofrecen este tipo de contribuciones en la misma pantalla de compra. Otra opción sería apoyar alternativas como atmosfair, que te permite calcular la huella de CO2 de tu vuelo y seleccionar un proyecto con el que te gustaría colaborar.